La movilidad de nuestras articulaciones es esencial para llevar a cabo las actividades diarias con facilidad, desde alcanzar objetos hasta levantarlos o realizar actividades deportivas. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar problemas de movilidad en sus articulaciones debido a lesiones, enfermedades o al simple envejecimiento.
En estos casos, es importante entender los rangos de movimiento de las articulaciones, cómo funcionan, por qué pueden afectarse, qué rangos existen y cómo trabajar para mejorarlos.
Todo ello lo encontrarás en este artículo. Esperamos que te sea de utilidad y recuerda que si vives en la Serranía de Ronda, puedes acudir a nuestro centro de fisioterapia en Ronda.
Contenidos de la página
¿Qué son los rangos de movimiento de las articulaciones?
Los rangos de movimiento de las articulaciones son la cantidad y amplitud de movimiento que una articulación es capaz de realizar en una dirección determinada.
Estos rangos pueden ser medidos y comparados con los rangos típicos de una persona de la misma edad y condición física, por lo que se puede determinar el estado articular de una persona, así como su capacidad para realizar ciertos movimientos, ejercicios y esfuerzos.
Los rangos pueden variar de una articulación a otra. Por ejemplo, el hombro tiene un rango de movimiento muy amplio debido a su estructura esférica, mientras que la rodilla tiene un rango más limitado, ya que es una articulación tipo bisagra.
Cuando se detecta un rango de movimiento reducido, o menor, del que debería en función de las características de la persona, puede indicar una la presencia de una lesión o de una enfermedad en la articulación o en los músculos implicados.
Definición
En cuanto a su definición, los rangos de movimiento son «la capacidad para desplazar un segmento o parte del cuerpo dentro de un arco de recorrido lo más amplio posible manteniendo la integridad de las estructuras anatómicas implicadas».
Factores que influyen en el rango de movimiento
- Estructura anatómica (forma de los huesos, cápsulas articulares, ligamentos)
- Flexibilidad muscular y tendinosa
- Edad y género (las mujeres y los niños suelen tener mayor ROM)
- Nivel de actividad física
- Presencia de patologías como artritis, artrosis o fibrosis muscular
- Cicatrices, adherencias o espasmos musculares
Evaluar el ROM es clave para diagnosticar restricciones y diseñar tratamientos efectivos.
¿Cuántos tipos de rangos de movimiento existen?
Existen un total de 6 tipos de movimientos que se encargan de medir el rango de movimiento articular de un sujeto:
- Flexión. Reducción del ángulo entre dos partes del cuerpo. Ejemplo: flexionar el codo al llevar la mano hacia el hombro.
- Extensión. Aumento del ángulo entre dos huesos. Ejemplo: extender la rodilla al estirar la pierna.
- Abducción. Movimiento de una extremidad alejándose de la línea media del cuerpo. Ejemplo: levantar el brazo lateralmente.
- Aducción. Movimiento hacia la línea media. Ejemplo: bajar el brazo desde una posición elevada lateralmente.
- Rotación externa (lateral). Giro hacia afuera. Ejemplo: mover la pierna hacia fuera desde la cadera.
- Rotación interna (medial). Giro de una extremidad hacia el interior. Ejemplo: rotar el brazo hacia adentro con el codo flexionado.
- Circunducción. Movimiento circular que combina flexión, extensión, abducción y aducción, como al hacer un círculo con el brazo.
- Pronación y supinación (en antebrazo). Girar la palma de la mano hacia abajo (pronación) o hacia arriba (supinación).
¿Por qué son importantes?
Los rangos de movimiento de las articulaciones son importantes porque un rango reducido puede limitar nuestra capacidad para realizar actividades diarias, empeorar nuestra movilidad y aumentar el riesgo de lesiones musculares, tendinosas y en las propias articulaciones.
Además, un rango de movimiento reducido puede ser un indicador de la aparición de una enfermedad o de una lesión provocada recientemente.
El mantenimiento de rangos adecuados no solo es relevante para deportistas o personas en rehabilitación, sino para cualquier individuo. Aquí algunas razones:
- Funcionalidad diaria: Acciones simples como abrocharse los zapatos, subir escaleras o conducir requieren rangos específicos. Una limitación puede impedir realizar tareas cotidianas.
- Prevención de lesiones: Una articulación rígida obliga a otras partes del cuerpo a compensar, lo que puede causar sobrecargas, tendinitis o esguinces.
- Recuperación post-lesión: Tras una inmovilización por fractura o esguince, es común que el ROM disminuya. Trabajarlo correctamente es clave para una recuperación completa.
- Rendimiento deportivo: Atletas con buen ROM ejecutan movimientos con más eficiencia, fuerza y menos riesgo de lesión.
- Mejora de la postura: Un buen ROM ayuda a mantener la alineación corporal, reduciendo tensiones en cuello, espalda y hombros.
- Calidad de vida en la vejez: La pérdida de movilidad es uno de los factores que más contribuyen a la dependencia en adultos mayores.
¿Cómo se pueden mejorar los rangos de movimiento de las articulaciones?
La mejor manera de mejorar los rangos de movimiento de las articulaciones es a través de ejercicios de fisioterapia específicos y con estiramientos tras la práctica deportiva.
Es importante trabajar con un fisioterapeuta para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que se adapte a las necesidades individuales, teniendo en cuenta el punto de partida, las características particulares de cada paciente y el objetivo a alcanzar.
Además, es importante seguir una rutina de ejercicios bien planificada, que evite actividades que puedan incidir los problemas de movilidad, llegando a empeorarlos. Por ello siempre os recomendamos que acudáis a profesionales de la salud para trabajar este tipo de problemas.
La mejora del ROM no ocurre de forma instantánea. Requiere constancia y una combinación de técnicas terapéuticas y ejercicios específicos. Algunas estrategias clave incluyen:
Estiramientos musculares
- Estáticos: mantener una posición durante 20-30 segundos. Ejemplo: estiramiento de isquiotibiales sentado.
- Dinámicos: movimientos suaves y controlados que aumentan la amplitud. Ejemplo: círculos con los brazos.
- Balísticos (menos recomendados): rebotes rápidos que pueden causar lesiones si no se hacen bien.
Movilizaciones articulares
Técnicas pasivas realizadas por fisioterapeutas para aumentar el movimiento y reducir rigidez articular. Se aplican especialmente en hombros, caderas y columna vertebral.
Fortalecimiento muscular
Músculos fuertes permiten que la articulación se mueva de forma más estable y libre. Es fundamental para mantener los beneficios ganados tras mejorar el ROM.
Técnicas de liberación miofascial
Masajes o herramientas como foam rollers que ayudan a eliminar restricciones en músculos y fascias.
Ejercicios neuromusculares y de control motor
Ayudan al cuerpo a usar correctamente el rango disponible, integrándolo en patrones funcionales de movimiento.
Terapias complementarias
El uso de calor, electroterapia o ultrasonido puede facilitar la elasticidad de los tejidos antes de trabajar la movilidad.
Beneficios de trabajar sobre ellos
- Articulaciones más sanas.
- Mayor y mejor desarrollo muscular.
- Reducción de los desequilibrios musculares.
- Mejora de la movilidad.
- Reducción del riesgo de lesiones.
Acudir al fisioterapeuta ayuda a tus rangos de movimiento
En conclusión, los rangos de movimiento de las articulaciones son importantes para la movilidad y la prevención de lesiones. Trabajar con un fisioterapeuta para mejorarlos puede ayudar a prevenir lesiones y mejorar la calidad de vida de cualquier deportista y de cualquier persona en general.