El cuello humano, esa delicada columna que sostiene nuestra cabeza y nos permite girarla en todas direcciones, es una maravilla de la ingeniería biológica. Sin embargo, a pesar de su elegante diseño, está lejos de ser invulnerable. Uno de los problemas más preocupantes que puede afectar al cuello es el aplastamiento cervical, una condición que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la experimentan.
En este artículo, exploraremos a fondo el aplastamiento cervical, desde sus causas subyacentes hasta los síntomas que presenta. También examinaremos las diversas opciones de tratamiento disponibles, desde enfoques no invasivos hasta intervenciones más avanzadas, y cómo estos tratamientos pueden ofrecer alivio y restaurar la funcionalidad del cuello.
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¿Qué es un aplastamiento vertebral cervical?
El aplastamiento vertebral cervical se produce cuando hay una disminución de altura en una vértebra, debido a una fractura en la zona anterior o central de la misma. Para que se considere un aplastamiento vertebral, esta disminución de altura debe ser del 20% o más.
Las zonas más comunes de aplastamiento son la zona central y anterior, y el segmento cervical más predispuesto es desde la 3ª cervical (C3) hasta la 7ª cervical (C7).
Causas del aplastamiento vertebral cervical
Los aplastamientos cervicales pueden deberse a diferentes factores, como traumatismos, tumores, edad avanzada, elevación de cargas pesadas, infecciones vertebrales o incluso de manera espontánea.
Sin embargo, la causa más común es debida a la osteoporosis, una enfermedad que provoca una disminución de la densidad ósea y hace que los huesos se vuelvan más frágiles y propensos a las fracturas.
Síntomas del aplastamiento vertebral cervical
Los síntomas más comunes del aplastamiento vertebral cervical son el dolor y la rigidez en la zona lesionada y adyacentes. También se pueden producir contracturas musculares y signos neurológicos, debido a la importancia de la postura del cuerpo, la tensión de los músculos y la movilidad.
Al disminuir la altura de la vértebra cervical, puede comprimirse el disco intervertebral y la salida de la raíz nerviosa correspondiente, lo que puede provocar dolor en diferentes partes del cuerpo.
Diagnóstico del aplastamiento vertebral cervical
El diagnóstico del aplastamiento vertebral cervical se realiza mediante radiografías y tomografías computarizadas (TAC). En estas pruebas, es posible ver el aplastamiento y la línea de fractura. También se puede observar una disminución del tamaño del cuerpo vertebral y, en algunos casos, un desplazamiento.
Según la estabilidad y el grado de lesión, se pueden clasificar en diferentes tipos:
- Fractura estable: el daño vertebral se produce en uno de los tres pilares de la vértebra. No suele haber daño neurológico y el tratamiento es sencillo.
- Fractura inestable: existen al menos dos pilares comprometidos, el pronóstico es grave y generalmente hay afectación neurológica.
- Lesión menor: suelen ser por traumatismos directos sobre esa zona (apófisis espinosas o transversas) o por tracción directa del músculo.
- Lesión mayor: suelen ser por mecanismos de flexión, extensión, rotación, cizallamiento y por compresión axial afectando a varios pilares de las vértebras.
Tratamiento
El tratamiento del aplastamiento vertebral cervical dependerá del grado de afectación y de la gravedad de la lesión. En general, se buscan tratamientos que permitan aliviar el dolor y la inflamación, así como mejorar la movilidad de la zona afectada.
En los casos leves, se puede prescribir el uso de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, para aliviar los síntomas de dolor y rigidez en la zona cervical. Además, se puede recomendar el uso de collarines cervicales para reducir la movilidad de la zona afectada, y permitir que los tejidos se recuperen.
En los casos más graves, se puede requerir la realización de una cirugía para corregir la deformidad vertebral y reducir la compresión de los nervios. La cirugía puede consistir en la inserción de dispositivos de fijación y estabilización de la columna vertebral, como placas, tornillos y varillas, para asegurar la estabilidad de la columna. También se puede realizar una vertebroplastia o cifoplastia, que consiste en la inyección de cemento óseo en la vértebra afectada para restaurar su altura y reducir la compresión de los nervios.
En cualquier caso, es fundamental contar con la orientación y supervisión de un especialista en columna vertebral, como un traumatólogo o un neurocirujano, para determinar el mejor tratamiento para cada caso. Además, es importante seguir las recomendaciones médicas, llevar a cabo una rehabilitación adecuada y realizar ejercicios de fortalecimiento muscular para prevenir futuras lesiones.
Conclusión
En conclusión, el aplastamiento vertebral cervical puede ser un problema grave que afecta la columna cervical y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Los síntomas del aplastamiento vertebral cervical pueden ser dolor, rigidez y signos neurológicos, lo que hace que sea importante buscar tratamiento médico lo antes posible.